Vemos una hormiguita caminando de sur a norte cuando de pronto para en seco. Otea febrilmente con sus antenas y toma rumbo noroeste. Entonces algo nos dice (digan sí no) que de alguna forma esa acción esta relacionada con la acción humana de decidirse por los raviolis con carne en el restaurante, pero no sabemos bien en qué forma se relacionan. La palabra clave por supuesto es libertad, término sobre el que se ha discutido, filosofado, bestializado, poetizado...
Propongo ver la libertad como un sistema, un sistema compuesto por dos partes: unas opciones y una decisión sobre las opciones. Así, la libertad se define de forma necesaria y suficiente a partir de estos dos elementos. El problema de definir la libertad (o de el libre albedrío) se subdivide ahora en dos problemas menores. No tengo respuesta sobre el qué y el cómo de la opción y la decisión, pero puedo inferir unas características preliminares: las opciones deben ser reales y no ilusiones de opción, si descubrimos que estabamos predestinados a los raviolis el problema de la libertad se elimina, pero nuestra intuición es que de hecho si existen opciones, aunque sea en nuestra mente y que estas son realizables en el mundo real. En cuanto a la decisión, por supuesto buscaremos una causalidad, pero entendiendo las causas de una forma actual: como complejas, circulares e inclusive simultaneas con los efectos.
Además la decisión no puede definirse como una decisión "libre": Es necesario que en la definición no entren términos como libre, libertad, autónoma, porque caeríamos en la circularidad y volveríamos al problema clásico de la libertad. Las decisiones, y esto lo sabemos muy bien, van a estar influenciadas en mayor o menor grado, por cualquier cosa, entonces el problema de la autonomía paradojicamente no es tan importante. Lo importante es definir como es posible que tengamos opciones de acción, a partir de ahí el problema de como se escoge una de estas opciones es un problema menor.
Además la decisión no puede definirse como una decisión "libre": Es necesario que en la definición no entren términos como libre, libertad, autónoma, porque caeríamos en la circularidad y volveríamos al problema clásico de la libertad. Las decisiones, y esto lo sabemos muy bien, van a estar influenciadas en mayor o menor grado, por cualquier cosa, entonces el problema de la autonomía paradojicamente no es tan importante. Lo importante es definir como es posible que tengamos opciones de acción, a partir de ahí el problema de como se escoge una de estas opciones es un problema menor.