sábado, mayo 05, 2007

Mini-ficción del día (5/5/7)


Control

Empezó hace muchos años, en un taller de manejo del cuerpo. Conciencia de cada parte del cuerpo, relajación, conciencia de la respiración... Luego vinieron las técnicas orientales: Meditación zen, relajación profunda, tantra, yoga. La capacidad de escuchar el latido de cada pulsión muscular, el ritmo del aire invadiendo los pulmones, la paz absoluta con todo lo existente aunque fuera por unos pocos segundos. No tardó muchos años en controlar el ritmo cardiaco a voluntad, llevarlo a sus límites máximos con solo imaginarlo, caer a un estado de muerte fingida. Pero esto fue solo el principio. Muchos años después, controlaría las funciones digestivas con el sólo pensamiento, la mezcla exacta de jugos gástricos, la actividad de cada nervio, todo en un ambiente del más perfecto ascetismo. Parar el corazón por el mayor tiempo posible, poder concentrar la atención en todos y cada uno de los músculos del cuerpo - voluntarios o involuntarios -, controlar cada paso del proceso de obtención de energía desde que un grano de lenteja entraba por su boca. Pero esto fue solo el principio. Distinción absoluta de cada célula en su cuerpo, podía revertir por completo el curso de un transmisor neuroquímico para inducirse cualquier estado mental, emocional, espiritual. Cambiar alquímicamente cada enzima, controlar por fín cada pequeña partícula de vida que atravezaba cada pared celular. Para finalmente, en un único y concentrado acto de voluntad, ordenar que cada célula volara en dirección contraria al cuerpo, simultaneamente, en perfecta sincronia con sus hermanas, para que en una final sonrisa que pronto se difuminó en el aire como una nube de polvo, lograra por fín ser uno con el universo.